FORMA JURÍDICA DE LA INVERSIÓN
La organización jurídica del campo es a través de un fideicomiso inmobiliario
Fideicomiso Inmobiliario
Un modelo exitoso
El fideicomiso es una estructura eficiente en impuestos que permite a un grupo diverso de inversionistas emprender un proyecto agrícola común con la máxima seguridad para todos los involucrados. La propiedad de la tierra es propiedad de un fideicomisario y está separada de la empresa administradora, lo que garantiza la inversión en todo momento.
El fideicomiso no paga impuesto a las ganancias, sino que pasa a través de la base imponible a cada inversionista individual, asegurando que no haya doble imposición.
Cada hectárea de la plantación esta medida, identificada y numerada en la mensura del campo.
Cuando un inversor forma parte del proyecto le asignamos su hectárea y va a escriturar esa hectárea a futuro. Pero mientras dura el fideicomiso trabajamos como una sola unidad operativa. Un inversor que participa con 1 hectárea en un fideicomiso con 100 hectáreas va a pagar el 1% de los gastos y recibir 1% de la cosecha total sin importar cuanto rindió su hectárea en particular.
Durante el proceso de crecimiento hay hectáreas que pueden producir más o menos, pero a través de este sistema, cada inversor cobra el promedio del campo entero. Al finalizar los 20 años todas las hectáreas habrán emparejado su producción en el punto máximo.
La estructura es extremadamente líquida, ya que los inversores son libres de transferir su participación en el fideicomiso en cualquier momento a través de un contrato y simplemente notificando al fiduciario el cambio en la propiedad. Esto permite que la propiedad cambie de manos sin la necesidad de pagar impuestos de registro de la propiedad o gastos de notario público.
Duración: 20 años
El fideicomiso dura 20 años y es lo que nos permite legalmente gestionar el campo en beneficio de nuestros inversores. Al final del plazo del fideicomiso los inversores deben decidir por asamblea si quieren renovarlo por 5 años más o escriturar las tierras.
Inversores extranjeros
Los inversionistas que residen fuera de Argentina pagarán una tasa efectiva de impuesto sobre la renta del 31.5% (35% con una deducción estándar del 10%) sobre sus ganancias de la plantación y pueden obtener un crédito fiscal extranjero asegurando que su renta no sea gravada nuevamente en su país de origen.